Sitio del Hombre de Pekín en Zhoukoudian

En busca del hombre primitivo

En el año 1921, Andersson, secundado por el paleontólogo austriaco Otto Zdansky, concentró sus intereses en otro lugar vecino mucho más prometedor, la colina de los Huesos de Dragón. Las primeras excavaciones efectuadas allí sacaron a la luz algunos huesos fosilizados de hienas, rinocerontes y de otros animales salvajes, así como unos trozos de cuarzo que parecían estar trabajados por la mano del hombre, y que Andersson vinculó a la posibilidad de que se tratara de herramientas de algún homínido primitivo.

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