Ciudad vieja de Sanaa

Un laberinto de este a oeste

Uno de los atractivos de Sana’a es que, a lo largo del río Salia, que suele estar seco, pueden encontrarse huertos y campos de árboles frutales de un verde intenso que son regados con agua de manantial. Al igual que en el pasado, siguen perteneciendo a la mezquita más próxima. Desde la ciudadela al-Kasr, ocupada por el ejército y situada en el extremo oriental de la ciudad vieja, disfruta de una hermosa panorámica del laberinto de callejones. Vista desde el aire, la planta de Sana’a parece un ocho que se extiende a lo largo de más de cinco kilómetros de oeste a este. Puede distinguirse el óvalo del casco viejo, antaño totalmente amurallado, así como el círculo occidental, que comprende el antiguo barrio turco, el sector judío y otras zonas periféricas. El nexo de unión entre ambas partes es el palacio del Imán. Las murallas que rodeaban el barrio occidental han desaparecido por completo, mientras que alrededor del casco viejo se conservan algunos muros que están siendo restaurados desde hace algunos años.

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